¿Qué es un cuidador de salud?
Un cuidador (o proveedor de atención a pacientes) ayuda a una persona que necesita asistencia para cuidarse. Quien necesita apoyo puede ser un niño, adulto o una persona mayor. Es posible que requiera cuidados debido a una lesión, enfermedad crónica o discapacidad.
Algunos cuidadores son informales, en su mayoría suelen ser familiares o amigos. Otros cuidadores son profesionales remunerados. Los cuidadores pueden brindar atención en el hogar, en un hospital u otro entorno de atención médica. En ocasiones, realizan su labor a distancia. Los tipos de tareas que realizan los cuidadores pueden incluir:
- Ayudar con las tareas diarias como bañarse, comer o tomar medicamentos
- Organizar actividades y atención médica
- Tomar decisiones sanitarias y financieras
Atendiendo la salud de sus hijos
Estar a cargo de un niño con una enfermedad prolongada o crónica resulta tenso y agotador mental, física y emocionalmente. Cuando un niño tiene artritis juvenil, la familia entera se ve afectada.
Atendiendo la salud de sus padres
Cuidar a un padre con artritis es una responsabilidad pesada, que involucra decisiones difíciles y asuntos con los cuales puede tener poca o ninguna experiencia. A menudo, quienes atienden a sus padres se sienten abrumados, aislados y atrapados.
¿Cómo afecta al cuidador la atención que entrega?
El trabajo de cuidador de salud puede ser gratificante. Puede ayudar a fortalecer la relación con un ser querido o sentir satisfacción al ayudar a una persona. Pero el cuidado también puede ser estresante y, en ocasiones, incluso abrumador. El cuidado puede implicar satisfacer demandas complejas sin ningún tipo de capacitación o ayuda. También puede estar trabajando y además tener hijos u otras personas a quienes cuidar. Para satisfacer todas las demandas, puede estar dejando de lado sus propias necesidades y sentimientos, lo que no es bueno para su salud a largo plazo. Debe asegurarse de cuidarse a usted mismo también.
¿Qué es el estrés del cuidador?
Muchos cuidadores se ven afectados por el estrés del cuidador. Es el estrés que genera la tensión emocional y física de la atención que brinda. Los signos incluyen:
- Sentirse abrumado
- Sentirse solo, aislado o abandonado por otros
- Dormir demasiado o muy poco
- Ganar o perder mucho peso
- Sentir cansancio la mayor parte del tiempo
- Perder interés en actividades que solía disfrutar
- Irritarse o enojarse fácilmente
- Sentir preocupación o tristeza con frecuencia
- Tener dolores de cabeza o corporales a menudo
- Desarrollar comportamientos poco saludables como fumar o beber demasiado alcohol