Cuidado del medio ambiente: Implementación de políticas y prácticas empresariales que reduzcan el impacto ambiental, como la reducción de emisiones de carbono, el uso eficiente de recursos naturales y la adopción de tecnologías limpias.

Inversión en la comunidad: Apoyo a programas y proyectos comunitarios que beneficien a grupos vulnerables o promuevan el desarrollo local, como la construcción de escuelas, el patrocinio de eventos culturales o deportivos, y la donación a organizaciones benéficas.

Ética empresarial: Adopción de prácticas comerciales éticas y transparentes en todas las operaciones de la empresa, incluida la lucha contra la corrupción, el respeto a los derechos humanos y laborales, y el cumplimiento de normativas legales y estándares internacionales.

Diversidad e inclusión: Fomento de la diversidad en el lugar de trabajo y la promoción de la igualdad de oportunidades para todos los empleados, independientemente de su género, edad, origen étnico, orientación sexual o discapacidad.

Desarrollo de los empleados: Inversión en el desarrollo profesional y personal de los empleados a través de programas de capacitación y educación, beneficios laborales, y medidas de conciliación entre el trabajo y la vida personal.

Gestión ética de la cadena de suministro: Asegurarse de que los proveedores y socios comerciales también cumplan con estándares éticos y de responsabilidad social, evitando la explotación laboral, el trabajo infantil y otras prácticas injustas.